domingo, 24 de julio de 2011

La familia como apoyo del niño discapacitado



La responsabilidad de la educación de todos los hijos, incluidos los discapacitados, corresponde a la familia. Por eso el niño, en su familia, debe sentirse amado, buscado, valorado por si mismo, en su realidad irrepetible.

La familia da sentido de seguridad al hijo, le enseña las nociones del bien y del mal, le presenta el valor de su existencia en el mundo, le comunica la alegría que deriva del amor dado y recibido. Corresponde también a la familia enseñar al hijo el significado del dolor, del sufrimiento, de las limitaciones físicas y de la pobreza.

Por consiguiente, la familia no puede renunciar a esta responsabilidad y no debe permitir que otras instituciones-educadores, administradores, agentes sociales, la asuman en la educación del hijo discapacitado.



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